¡Tardígrados vaqueros! Un estudio revela que montan caracoles para transportarse
Los tardígrados, también conocidos como osos de agua, son unos peculiares animales de menos de un milímetro de largo que son bien conocidos por su capacidad de sobrevivir en condiciones extremas y distintos tipos de hábitats. Una característica bastante asombrosa es que pueden adaptarse a la deshidratación casi total, entrar en un estado de reposo y, después de mucho tiempo, cuando las condiciones les permitan rehidratarse, los tardígrados pueden volver a la vida; se han reportado que los mayores tiempos de durante en este estado han sido entre 15 y 20 años, tiempo después del cual, estos organismos reanudaron su vida activa.
Entre muchas de las incógnitas a investigar de esta diminuta especie está la cuestión de cómo es que se transportan y dispersan estos animales en el entorno. Se ha reportado que lo hacen a gran escala a través del viento, corrientes de agua, plumas de algunas aves e incluso mediante el sistema digestivo de aves y caracoles, sin embargo, este tipo de dispersión lleva a los tardígrados de un ambiente conocido a un entorno aleatorio que podría se hostil para ellos.
De esta manera, los investigadores de un estudio recientemente publicado, reconociendo que la migración a corta distancia estaba muy poco explorada para estos animales, intentaron evaluar un mecanismo potencial que transportara a los tardígrados en escala pequeña. Este mecanismo podría mantenerlos en un ambiente conocido cuya dispersión fuera significativa, ya que esparcirlos al menos por unos centímetros podría tener un efecto positivo en su variabilidad genética y en la persistencia de esta especie en el ambiente.
Los hallazgos descritos en el reporte de Scientific Reports determinaron que los caracoles pueden considerarse vehículos de los tardígrados. Esto se supuso, en primera instancia, debido a que los organismos suelen compartir hábitats, además, los caracoles proporcionan las condiciones de humedad óptimas en su cuerpo para poder transportar a los tardígrados, esto tomando en cuenta que en los microhábitats de estos animales, se requiere al menos de una película de agua que rodee su cuerpo para mantenerlos activos.
Además, esta no sería la primera vez que se observa este tipo de interacción entre organismos, de hecho, se conoce como “foresis” cuando un organismo se une a otro con el único propósito de transporte. Con base en esto, los científicos se propusieron investigar si esto era posible, adecuando en el laboratorio las condiciones más similares en la naturaleza de los hábitats que comparten estas dos especies.
Así, determinaron que los tardígrados pueden ser recogidos y transportados por caracoles en una interacción entre los organismos que puede potencialmente contribuir en la dispersión a pequeña escala de esta especie y, a su vez, esto podría proporcionar un efecto en su variabilidad genética al aumentar la proporción de su diversidad.
Igualmente se determinó que el transporte depende del sustrato en el que se encuentren los tardígrados vivos, ya que estos suelen estar adheridos a él con sus garras. Por su parte, para que los tardígrados en estado de reposo (llamado estado tun), así como para los huevos de este organismo , el transporte es más facilitado por los caracoles.
Se demostró también en el estudio que esta interacción puede tener un efecto negativo en los tardígrados en estado tun, debido a que el transporte por los caracoles hacen que tengan un contacto directo con la mucosidad de este organismo. Lo que se observó, es que esta mucosidad, al secarse sobre los osos de agua, afecta la recuperación tardígrada a estado activo contemplándose mucho más prolongada.
Por último, describen los autores que, a pesar de considerar a los caracoles como un medio de transporte a corta escala y que esto muestra ventajas para la diversidad genética de los tardígrados, aún se debe evaluar y cuantificar la eficacia de esta interacción.
El reporte completo lo puedes encontrar en: Scientific Reports