Procesos inflamatorios cerebrales pueden ser un precursor de enfermedades neuropsiquiátricas
Un importante número de investigaciones científicas han acumulado evidencia que sugiere que existe una relación entre concentraciones elevadas de moléculas que promueven la inflamación, denominas citocinas proinflamatorias, y trastornos neuropsiquiátricos tales como la esquizofrenia, el trastorno del espectro autista y la depresión; determinando que dicho aumento, probablemente por un prolongado tiempo (crónico), precede a las dichas enfermedades.
Un antecedente de importancia ante la relación a evaluar en el estudio publicado en la revista JAMA Psiquiatría , implica el hecho de que se ha demostrado que la exposición a ciertas infecciones en la vida prenatal y la niñez, que promueven la inflamación mediante diferentes procesos biológicos, se relacionan con un riesgo elevado de padecer enfermedades neuropsiquiátricas de diferentes tipos.
Específicamente se buscó en el estudio determinar una relación existente entre procesos inflamatorios y cambios cerebrales estructurales, ya que se sabe que los trastornos mentales se caracterizan por este último hecho, lo que a su vez explicaría por qué la inflamación se relaciona con las enfermedades neuropsiquiátricas. Se puede sugerir que los mecanismos biológicos que estan relaciones ante este hecho podrían ser alteraciones de un tipo de células del cerebro denominada microglía y/o en la función de otro tipo celular conocido como astrocitos, promoviendo un efecto de disminución del volumen de una parte del tejido cerebral: la materia gris.
El estudió dirigido por Williams, J y colaboradores con una población de estudio de 20688 participantes mediante un método denominado Aleatorización Mendeliana (AM) que es capaz de comprobar la causalidad potencial entre las citocinas inflamatorias y cambios en la estructura cerebral y, con el uso de la determinación del nivel de expresión génica de regiones cerebrales relacionadas con las moléculas proinflamatorias, lograron comprobar que específicamente una citocina denominada interleucina 6 (IL-6) se asoció significativamente con el volumen de materia gris (GM) y el grosor cortical (CT).
Además se comprobó que en la MG se sobreexpresaba significativamente genes que interaccionan en una red importante con la IL-6 y a su vez se sobreexpresaron genes distintivos de enfermedades neuropsiquiátricas como: epilepsia, el trastorno cognitivo, la esquizofrenia, el trastorno psicótico y el trastorno del espectro autista.
Mencionan los autores que las áreas específicas que se encontraron en el estudio con una reducción en el volumen y sobreexpresión de genes en MG se caracterizan por ser aquéllas que participan de manera importante en el lenguaje, el procesamiento de la memoria semántica y la conocida integración sensorial, todas relacionadas con diversos trastornos neuropsiquiátricos.
Esta investigación se suma a la evidencia de la asociación entre la inflamación y la estructura cerebral en las enfermedades neuropsquiátricas, y, aunque existen ya evidencias sólidas, aún hay muchos mecanismos que dilucidar para la compresión completa y adecuada de las causas de los trastornos mentales que afectan a un gran número de personas. De esta manera, al conocer más sobre los procesos moleculares de las enfermedades, se sigue abriendo paso a diferentes líneas de investigación que podrían permitir obtener tanto diagnósticos como tratamientos más efectivos.
El estudio completo se encuentra en JAMA Psychiatry