La “Bóveda del Fin del Mundo” abre sus puertas para recibir nuevas semillas

Una instalación construida a 130 metros de profundidad en las islas Svalbard, son un respaldo mundial para los bancos de semillas, almacén en el que se conserva más de un millón de semillas procedentes de todo el mundo. The Svalbard Global Seed Vault (La Bóveda Global de Semillas de Svalbard), conocida popularmente como la “bóveda del fin del mundo” abrió sus puertas el lunes para recibir nuevas ofertas de bancos de genes, informó Reuters.
Somos conscientes de que el cultivo de la Tierra ha sido fundamental para llegar a donde estamos hoy, pero lamentablemente las condiciones climáticas a menudo son una amenaza. Por esa razón, en 2008, se construyó en las islas Svalbard (Noruega) el Banco Mundial de Semillas.
Su ubicación es perfecta, Svalbard es el archipiélago noruego a medio camino entre el polo norte y Noruega continental. Esta ubicación es, en muchos sentidos, una ubicación perfecta para la copia de seguridad de semillas del mundo. Noruega es un rincón tranquilo y seguro en la cima del mundo, y muy lejos de los depósitos de semillas que albergan las colecciones originales, que se encuentran en su mayoría en las regiones del Sur, se lee en el sitio web de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard.
De acuerdo con el informe de Reuters, los bancos de genes de Sudán, Uganda, Nueva Zelanda, Alemania y Líbano depositaron semillas el lunes, incluyendo mijo, sorgo y trigo, como respaldo de sus propias colecciones.
La bóveda actualmente contiene más de 1,1 millones de muestras de semillas de casi 6000 especies de plantas de 89 bancos de semillas de todo el mundo, también sirve como respaldo para que los fitomejoradores desarrollen nuevas variedades de cultivos. Con la finalidad de proteger su contenido del mundo exterior, solo abre sus puertas unas pocas veces al año, por lo que esta entrega es emocionante.
Las semillas se colocan en las cámaras dentro de la montaña congelada y las plantas de enfriamiento artificial mantienen las temperaturas constantes a menos 18 ° C. El permafrost en las montañas que rodean la Bóveda de Semillas seguramente mantendrá las semillas frías durante mucho tiempo, incluso en el caso de que no haya enfriamiento artificial, explican los funcionarios de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard.
Entre los años 2016 y 2019, el lugar recibió una importante mejora, impermeabilizado el túnel de entrada, así como la instalación de un sistema de refrigeración más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Esto proporciona una mayor confianza frente al futuro cambio climático. “Continuaremos monitoreando la Bóveda de Semillas y siguiendo los desarrollos en las condiciones climáticas y naturales en Svalbard. Es bueno saber que Noruega sigue preparada para tomar las medidas necesarias para asegurar las semillas, incluso ante nuevas situaciones en el futuro”, escriben.
Por otro lado, el año pasado un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona realizó una propuesta audaz para preservar la vida en la Tierra en caso de una crisis global. Nada más y nada menos que una bóveda en la Luna. A diferencia de la Bóveda de Semillas de la Tierra, albergaría tanto la vida vegetal como animal y al estar en la Luna, la crisis climática no puede tener algún efecto directo en ella.