Una cucharadita de este ingrediente de cocina y tus suculentas se mantendrán espléndidas
Mantén en el mejor estado a tus suculentas con este ingrediente de cocina.
A menudo los amantes de la jardinería se enfrentan a distintos desafíos para lograr que todos sus ejemplares se mantengan sanos y espléndidos, encontrando que cada uno de estos requiere de cuidados específicos para que logren prosperar de manera adecuada, florear y crecer frondosamente. Sobre esto, los mantenimientos más básicos e importantes que se deben cuidar son la cantidad y tipo de sol que estos reciben, el tipo de riego y su frecuencia, la poda y la fertilización del sustrato en el que estos se encuentran.
Sobre esto, afortunadamente existen varios ejemplares que no suelen ser muy exigentes en su cuidado y, por el contrario, solo requieren de un mantenimiento mínimo para que estas prosperen, siendo ampliamente resistentes. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en las suculentas, las cuales se distinguen por mantenerse espléndidas y en buen estado solo con brindarle una supervisión mínima, sin tener que invertir mucho esfuerzo o tiempo en ello, por lo que suelen ser perfectas para quienes no son expertos en la jardinería, así como para quienes no tiene tanto tiempo para su cuidado.
De esta manera, en general, es muy bien conocido que la mayoría de estos ejemplares puede prosperar en sol parcial o incluso a pleno sol, además, dado que son muy resistentes a la sequía, su riego es moderado, teniendo que aplicar este cuidado únicamente cuando los 3 primeros centímetros del sustrato se encuentran secos. Por otra parte, también es esencial verificar y asegurarse que el sustrato en el que están creciendo está fértil como para que el ejemplar pueda tomar los nutrientes que requiere para mantenerse en buen estado.
Para esto último, es posible hacer uso de varios productos para fertilizar la tierra de las plantas, muchos de los cuales podemos encontrarlos en casa o ser parte de los desechos orgánicos que se tiran a diario. En el caso de las suculentas, estas se pueden fertilizar con un resto muy común que a menudo tiramos a la basura, las cáscaras de huevo, las cuales pueden aportarle varios nutrientes, como calcio y fósforo, que pueden aprovechar muy bien para mantenerse en un buen estado y espléndidas.
Lo mejor de esto es que su preparación es muy sencilla, pues solo es necesario que acumules la mayor cantidad de cáscaras de huevo para luego lavarlas y dejarlas secar completamente. Una vez que esto esté listo, entonces coloca las cáscaras en un mortero, molcajete, procesador de alimentos o licuadora y tritura por completo este producto hasta que quede lo más fino posible, si es en polvo, mucho mejor.
Finalmente, puedes mantener este producto en polvo resguardado en una bolsa y añadir una cucharadita de este al sustrato de las suculentas para luego regar de manera adecuada. En general, dado las características de este, lo mejor será que realices este tipo de fertilización solo una o dos veces al año.